Exclusivo desde Nueva York: María Elena Swett

La actriz No sólo ha vuelto al país a trabajar en la próxima teleserie nocturna de TVN, sino que ahora viene con su nueva pareja, el norteamericano John Bowe, y con un hijo que la tiene trastornada de amor y con una sonrisa tan amplia que provoca sana envidia.

Por: Carolina Honorato  / Fotos: Ari Maldonado Espay / Producción: Liza Politi / Pelo y maquillaje: Taly Waisberg

El encuentro fue en Nueva York. María Elena Swett llevaba varios meses viviendo en Estados Unidos, con su nueva pareja, John Bowe, a quien conoció hace más de dos años en un viaje muy especial que hizo a Río de Janeiro, como una forma de cerrar el triste final de su matrimonio con el actor Felipe Braun. Bastaron 24 horas de aquel rito carioca, para que la vida la sorprendiera y conociera a este norteamericano que la conquistó desde el día uno. No sólo eso, sino que también ella supo con certeza que con él sería inmensamente feliz. Y así fue. Mantuvieron la relación entre puros viajes, hasta que, al año de conocerse, ella quedó embarazada. Terminó de trabajar en TVN, tomó sus cosas y se instaló en Nueva York. Luego se trasladaron a Minneapolis para sentirse más acompañados por la familia.
Fue madre por primera vez hace más de cinco meses. Su hijo Santiago le cambió la vida. Eso sí, vivió sus primeros meses maternales sola con su pareja, lo que no fue fácil. Pero siente que eso la hizo crecer y se siente orgullosa, aunque arrepentida de no haber tenido a su hijo en Chile. “Creo que los hijos deben nacer en su tierra, con su tribu”, dice.

Por otro lado, comenta: “Mi prenatal en Nueva York fue perfecto, sin mayores responsabilidades que estudiar inglés. Nadie me conocía, por lo que incluso pude correr junto al río en sostenes con el ombligo para afuera, sin que nadie se fijara en mí. Me comí todo, subí 25 kilos, que son como ocho guaguas. Disfruté de esta ciudad fascinante a concho, ya no como turista. Y Minneapolis en verano fue la ciudad perfecta para vivir mi posnatal. Una ciudad tranquila y familiar. Caminé con mi hijo en coche cada rincón. Y logré crear una relación muy cercana con la familia de John, sobre todo con mi suegra, una viejita de 81 años súper loléin. Habla español y cocina delicioso. Bueno, y me quiere, que es lo más importante. Sacar la pechuga en cualquier parte para alimentar a mi hijo, era un privilegio. En Chile soy más pudorosa”, confiesa.

–¿Cómo es John?
–Es un hombre del mundo. Genial, sensitivo y cariñoso. Lo que me enamoró de él va más allá de lo que te podría explicar. Fue una conexión inmediata, química astral, magia.

Cuenta que cuando lo conoció, tras llegar a Río para culminar su “terapia” pos Braun, al segundo día apareció John en el comedor de desayunos del hotel. El estaba entrevistando a alguien. “Nos conocimos, pasamos el día juntos y nunca más nos separamos. Es curioso, fue el día en que había decidido por fin estar receptiva a lo que viniera en cuanto a oportunidades, en amor, en todo”.
Mane recuerda que John volvía esa misma noche a Nueva York. Pero al final no partió. “Casi me muero de emoción. Y después me fue a ver a Chile varias veces, vine yo a Nueva York y así se dio. Un romance a distancia, pero muy comprometido. Muy moderno”.

Y confiesa: “Cuando lo conocí, dije: ‘Él va a ser el papá de mi hijo’. Había algo familiar en él”.
John trabaja freelance para The New York Times, escribe libros y entrevistas. “Soltero, sin hijos. Tuve mucha suerte. Y se enamoró de mí. Al año de conocerlo quedé embarazada y John se fue a Chile a vivir conmigo hasta que terminara la teleserie que estaba haciendo… Todo fue perfecto, con John nos conectamos en poco tiempo, fuimos familia”.

–¿El nacimiento de Santiago tuvo costos en ustedes como pareja?
–Físicamente nos alejó al principio, pero emocionalmente estamos más unidos que nunca.

–¿La maternidad te ha puesto más…?
–Alerta. Todos mis sentidos están al ciento por ciento. Y el instinto es lo que me ha salvado en todo momento. Si bien soy madre primeriza, algo en mí sabe perfectamente qué es lo que siente mi hijo y cómo debo cuidarlo. Es un cambio rotundo en mí como mujer. Algo inconsciente, natural, animal, muy de la Pacha Mama. Pero mis talentos están todos conectados con mi hijo. Soy una loba cuidando a su cachorro.

–¿Cómo es John como papá?
–Cariñoso, súper responsable, conectado con Santiago desde el comienzo. Estudioso y con la inquietud constante de ser el mejor papá.

–¿Qué va a hacer ahora John en Chile?
–Va a hacer todos los movimientos posibles para no perder su pega. Y yo, por contrato, voy a estar dos años en Chile. Luego, estoy dispuesta a mirar lo que la vida me ofrezca.

–¿Te volverías a casar?
–Sí.

–¿Tendrías más hijos?
–No. Me dolió demasiado el parto. Como si me estuvieran quemando viva. 36 horas de trabajo de parto para terminar en una cesárea de emergencia. Pasé por eso mil veces para tener este hijo, pero no sé si por otro.

“Si defiendo a Felipe es con conocimiento de causa”

–Te fuiste de Chile en un momento complicado de tu vida. ¿Temes el revuelo mediático que se pueda producir ahora con el regreso tuyo, que por lo demás coincide con el de Felipe Braun?
–Para nada. Siento que esa historia quedó en el pasado, tanto para nosotros como para la gente.

–Te casaste y separaste, esto último de una manera bien escandalosa y dolorosa.
–Sí. Me casé para toda la vida, pero no fue así, no resultó. Y me siento feliz de haber estado casada, no me arrepiento de nada, pero tampoco quiero hablar de él, porque él rehizo su vida y yo también. Siento que es delicado revivir algo que fue doloroso.

–¿Enloqueciste cuando te separaste, luego de encontrar a tu ex en tu cama con otra mujer, el día de tu cumpleaños?
–Como te digo, no quiero revivir esto tan doloroso. No quiero traer eso a Nueva York.

–¿Por qué no volvieron?
–Porque no nos dimos la oportunidad de intentarlo de nuevo. Felipe no estaba listo. Yo me quedo tranquila porque hice todo por salvar nuestro matrimonio.

–¿A Felipe se le acusó de haber abusado de Begoña Basauri?
–Pero eso no es cierto. Me consta.

–¿Te consta? O es algo que dices por el cariño que le tienes.
–Me consta. No fue así. Felipe no abusó de ella.

–¿Por qué aceptaste volver a trabajar con ella en TVN al poco tiempo?
–Yo estaba contratada. No tenía mucha opción. Te voy a contestar lo mismo que le dije a mis jefes: yo no soy nadie para quitarle el trabajo a alguien, haga lo que me haga.

–¿Ella es la culpable de tu separación?
–No, ella no fue la causante de mi separación, esas cosas al final no pasan por un tercero. Ahora… un tercero puede hacerle mucho daño a una pareja. No sé responder a esta pregunta.

–¿Cuál es tu relación actual con Felipe?
–Somos amigos por Skype. Estamos en contacto, nos tenemos cariño y yo quiero mucho a su familia. Pero si lo defiendo es con conocimiento de causa.

–Tú perdonaste a Felipe. ¿Volverías a perdonar una infidelidad?
–Decir “no” sería la respuesta perfecta para esta entrevista, pero honestamente no lo sé. Mira, me pasó que de repente dejé de sentir dolor y rabia por la traición. Yo sentí el perdón de corazón.

–¿Te duele que él vaya a ser papá?
–No. Quiero lo mejor para él, que sea feliz.

–Fue él quien no quiso volver...
–El no se atrevió... No sé. Yo quedé tranquila, porque hasta el final intenté salvar nuestra relación, como buena hija de padres separados. Y creo que eso fue mi sanación, mi tranquilidad: haberlo intentado hasta el final.

–¿Superaste tu separación y los recuerdos que eso conlleva?
–Siento que mi vida se divide en un antes y un después de tener a mi hijo. Todos los procesos dolorosos que pasé antes de Santiago están sanados o por lo menos cerrados.

–¿Te desenamoraste rápido?
–No. Fue paulatino. Y cuando apareció John, él me ayudó a cerrar la etapa. Yo estaba buscando rearmarme y no lo había logrado. No soy una mujer para estar sola. Soy dependiente del afecto de mi pareja.

–¿Sigues siendo tan confiada?
–Sí, y si lo piensas bien, hasta hoy he recibido un gran golpe doloroso. Sumando y restando, no quiero perder la confianza como una de mis virtudes.

EL REENCUENTRO CON CHILE
Mane y John acaban de volver a Chile por dos años. Ella se integró a la nueva nocturna de TVN. “Tengo las mejores expectativas para esta vuelta. Siento que la vida me dio la oportunidad de comenzar de nuevo con mi hijo. Nuevo trabajo, nueva casa y nuevo amor”.

Se la ve feliz de volver a la televisión. “Es difícil despegarme de mi hijo después de pasar tantos meses respirando juntos, pero es sano para cualquier mamá volver a trabajar. Además, lo mejor es que me voy a reconectar con todo lo que he extrañado de Chile: mi familia, mis amigos, mi red de apoyo, Tunquén, la marraqueta con mantequilla, el piropo en la calle, las paltas, el sour... y hablar español”.