Nueva teleserie de TVN incluirá temas de contingencia nacional

En Socias, que debuta en junio y en horario nocturno, se hablará desde el lucro en la educación hasta la trata de blancas.

El lucro en la educación, los conflictos de drogas y la trata de blancas son temas que, dentro de la pantalla local, suelen estar reservados para la hora de las noticias. Pero desde inicios de junio también serán parte de una teleserie. Para esa fecha está anunciado el estreno de Socias, la nueva producción nocturna de TVN, que reemplazará a Separados y que tiene como protagonistas a tres exitosas abogadas (interpretadas por Paola Volpato, María Elena Swett y Elisa Zulueta), que en ocasiones se ven enfrentadas a casos de interés público, como cuando tienen que defender a un hombre acusado de trata de blancas. En paralelo con esto, otra parte de la acción transcurre en la redacción de un diario, dirigido por el personaje de Gonzalo Valenzuela.

“La idea es hacernos cargo de cosas de las que está hablando la gente, que generan mucho interés, y presentarlas en otro contexto”, comenta Rodrigo Bastidas, guionista que también trabaja en Separados y que se sumó en marzo a Socias, para reforzar un equipo de guionistas que había empezado a trabajar en la historia a fines de 2012.

“Una historia de abogadas nos da la excusa perfecta para poner estos temas sobre la mesa y la posibilidad de dar valor agregado a la historia”, complementa Patricio López, productor ejecutivo de la teleserie, quien también comenta que la decisión de cuáles de estos temas se suman al guión va por llevar una “sensación térmica del país. Son los temas que le llaman la atención a la gente, de los que se está conversando”, indica.

Bastidas, por su parte, explica que la idea es mostrar los conflictos de contingencia sin entregar una opinión. “Presentamos los temas de manera objetiva. La idea es hacernos eco de lo que está pasando y que el espectador interprete como quiera”, agrega, indicando que en la historia habrá una mezcla de drama y comedia.

El elenco tuvo que prepararse para esos enfoques. Según comenta Paola Volpato, eso significó visitas a tribunales, a formalizaciones y hasta a un juicio por asesinato. “Fue bien impactante. Trabajamos con una abogada penalista y nos ayudó a entender la reforma procesal penal”, relata la actriz.

Pero aunque la contingencia jugará un papel dentro de la historia, el motor serán los conflictos románticos, uno de los cuales será protagonizado por los personajes de Swett y Valenzuela, que interpretan a una ex pareja que se reencuentra poco antes de que ella vuelva a casarse con un empresario (personificado por Mauricio Pesutic), quien resulta ser el dueño del diario que empezará a dirigir el periodista interpretado por Valenzuela.

Mientras, el personaje de Volpato enfrenta una gran crisis, luego de que su matrimonio aparentemente perfecto se desmorona cuando descubre que su marido (Marcelo Alonso) está teniendo un romance con otra mujer.

Paola Volpato estrena look pelirrojo en "Socias": "Dicen que me veo más joven"

A sus 43 años, la actriz cambió su cabello corto y azabache por extensiones coloridas para encarnar a una exitosa abogada en la nueva nocturna de TVN.

Tras papeles cargados de suspenso, sangre y erotismo, como en "Su nombre es Joaquín" (2011) y "Reserva de familia" (2012), Paola Volpato (43) regresa como abogada en "Socias" , la nueva nocturna de TVN. En la ficción interpreta a Monserrat, piedra angular del exitoso bufete conformado también por Inés (María Elena Swett) y Dolores (Elisa Zulueta).

"¡Me encanta trabajar en comedia! Uno puede aportar mucho más, se hace un trabajo de creación colectiva y las grabaciones son menos cargadas y más divertidas. Mi cabeza necesitaba un poco de descanso, de llorar menos. Además, las arrugas de risa son mucho más sexies", comenta la actriz.

Para este rol abandonó su tradicional cabello oscuro y corto, y ahora luce un look pelirrojo y con extensiones, a cargo de Edgardo Navarro, que "hizo un trabajo de joyería; fue tremendamente prolijo y cariñoso... El pelo corto me gusta más. Con el rojo no todo se ve bien, así que obligada a comprarme más ropa", dice riéndose. Por este cambio tan drástico, las personas no la reconocen con facilidad: "Pero dicen que me veo más dulce y más joven. ¡Qué mejor!".

En "Socias", Monserrat, que cree fehacientemente en el matrimonio, descubre a su marido con su secretaria. Eso le permitirá cambiar el switch de su vida marcada por la ingenuidad e inseguridad: "Debe reinventarse y ¡no llorar! Hay miles de mujeres que, al separarse, sienten, a pesar del dolor y la desilusión, un cierto alivio y una especie de liberación. Se cortan el pelo, se ponen pechugas, tratan de ser otras por un rato hasta que encuentran el camino".

Para Volpato, compartir junto a Swett y Zulueta ha sido increíble. "¡Son mis socias! Estamos construyendo algo muy sólido que traspasará la pantalla", indica. Y no escatima en piropos para su colega, Gonzalo Valenzuela, quien en su retorno a Chile encarna a Alvaro, antiguo amor de Inés: "Está como quiere. ¡Qué hombre más guapo, por Dios! Es un encanto, piola y muy divertido".

-¿Qué opinas de las escenas "hot"? ¿Tienes pudores o te sientes cómoda con éstas?
-Nunca es fácil exponerse en TV, a pesar del cuidado que se tiene al grabar las escenas. Siempre es incómodo porque, además, en el mundo de hoy, queda todo registrado en internet y los diarios usan ese material sacándolo un poco de contexto.

-Cuando TVN comenzó con las nocturnas, había escenas que, para diferenciarse de otras producciones, eran un poco más realistas, como en el cine. Eso cambió; ahora se hacen mucho menos y se insinúa más, que para mi gusto es mucho mejor.

-¿Cuál es la tendencia de las producciones dramáticas en la actualidad? Alvaro Rudolphy pasó a ser un "Separado", en tono comedia, luego de tanta truculencia...
-Las audiencias tienen giros y ahora se ha impuesto una suerte de "comedia realista". Todo está más light, menos truculento y ha dado buenos resultados. Siempre hay que estar atentos a las tendencias, no quedarnos pegados y seguir buscando distintas fórmulas para adelantarse a lo que la gente quiera ver. Estoy convencida de que el peso de las producciones, sean comedia o drama, lo lleva una buena historia. Si tienes algo interesante que contar, la gente te va a premiar con su fidelidad.

-¿Pensaste abandonar TVN por una oferta laboral en otro canal? Si es así, ¿qué te hizo permanecer en un lugar donde ya llevas casi dos décadas?
-El amor... Obviamente, ha habido ofertas de otros canales, pero nunca han sido tan atractivas como para decir: "Chiquillos, los dejo". TVN es como mi casa.

20 años de matrimonio y cantata a Gabriela Mistral

Este año, Paola cumple 20 años casada con el actor Felipe Castro, con quien tiene dos hijos. ¿Las claves para procurar llevar una relación sana? "La confianza en el otro es clave. Tener la certeza que esa persona que está al lado tuyo todos los días es tu compañero en las buenas y en las malas. Hay que reírse mucho, conversar, darse tiempos solos, pequeñas lunas de miel para que no se olvide que uno, además de padre, es pareja... Estoy segura que alguien, llámalo Dios, Pachamama, fuerza cósmica o lo que sea, nos juntó a nosotros dos y nos hizo cuatro".

Su amor también se reflejó en el ámbito laboral en 2012, en la obra de Arthur Miller, "Las brujas de Salem" , dirigida por su marido y protagonizada por Francisco Melo y ella, entre otros. Hasta el momento descarta una reposición, pero pronto participará en una cantata, encabezada por Andrés Castro y el coro de la U. Alberto Hurtado, llamada "Mistral, la extranjera" . "Son poemas musicalizados de Gabriela Mistral y yo hago las narración de sus textos y cartas. Es un proyecto precioso y estoy muy entusiasmada", adelanta.

-¿Cómo ves el cierre del Teatro del Puente y del Teatro La Memoria?
-Faltan lugares para la investigación y la creación teatral. Las universidades y escuelas de teatro no les entregan a sus estudiantes un espacio donde crear, investigar, equivocarse, aprender del error y mostrarse, que, en definitiva, es el fin último de nuestro oficio. Existe una crisis enorme y desconozco la solución. Me encantaría pensar que el Estado puede subvencionar la creación artística, pero también debieran existir leyes que hagan atractiva la participación de la empresa privada en este asunto y en la creación de audiencias, que es muy importante. Tenemos que lograr que el teatro vuelva a ser una fiesta, un lugar atractivo, conmovedor y de encuentro.

Elisa Zulueta, la apuesta sexy de "Socias": "Los cambios me generan terror"

"Soy tradicional y me fascina la rutina", confiesa la aclamada dramaturga de "Pérez" y "Gladys", hoy convertida en una abogada infiel para la nueva nocturna de TVN. Sobre el inminente cierre de dos teatros en Chile, opina: "No hay un rol definido del Estado para con la educación, menos con la cultura".

En 2012, Elisa Zulueta se "duplicó": Mientras en las noches figuraba como la coqueta Marjorie de "Soltera otra vez" (Canal 13), en las tardes se convertía en Mireya Ledesma, una minusválida vengativa en "Dama y obrero" (TVN), aquel culebrón de la hora de almuerzo que disparó el rating.

Este año, la actriz y dramaturga -ganadora de dos Altazor por la obra "Gladys"- debió desprenderse de su larga y ondulada cabellera para debutar en "Socias" , la próxima nocturna de la estación estatal. "Soy tradicional y me fascina la rutina. Los cambios me generan terror. Todas las decisiones que tomo en la vida son porque las debo tomar obligada, no porque las escoja. Así fue con mi pelo, pero inmediatamente fui feliz y lo agradezco", comenta.

En la ficción ella interpreta a Dolores, una sexy abogada, cuyo bufete también lo conforman Inés (María Elena Swett) y Monserrat (Paola Volpato): "Con ellas lo paso tan bien. Han sido súper contenedoras conmigo. Saben que soy inexperta, y muy cuidadosamente me van diciendo por dónde sí y por dónde no. Les hago caso, aunque soy terca".

Su personaje es una amante de la libertad, que no se amarra a los hombres, sin pavor a la soltería... Aunque mantendrá un affaire con Pablo (Alvaro Morales), casado con Catalina (Carmen Gloria Bresky).

"Lo pasa bien, no sufre por no estar en pareja, porque no cifra en eso su felicidad. Le fascinan los hombres, pero para pasarlo bien. No hay nada que sienta que no puede hacer. Dista mucho de cómo me comporto yo, pero tiene una ironía que me es familiar. Construyo el personaje desde el texto, desde lo que el guión propone, desde esa libertad que ella tiene para hacer lo que quiere. Y así me muevo, resuelta, sin culpa", recalca Zulueta.

-¿Fue complejo encarnar a una "femme fatale"? ¿Cuál es tu visión de la infidelidad?
-(se ríe) No soy la "femme fatal", tengo otros encantos que hacen a un hombre engancharse de mí. Eso es lo interesante: Seduce desde la inteligencia. Quizás esa misma sensación de que soy difícil para él, de que nunca me enamoraré, lo hace engancharse más. Dar una opinión sobre la infidelidad es amplio e irresponsable. Yo cuido mi vida personal, soy fiel y le doy valor a la fidelidad en la pareja y en la amistad. Pero la vida ajena es ajena, y cada uno ve cómo lleva su vida y por qué hace las cosas que hace.

-¿Cómo asumes este protagónico, que conlleva una mayor exposición mediática? ¿Extrañas, a veces, el bajo perfil?
-La exposición significa que más personas opinen de ti. Yo soy bajo perfil, sigo siéndolo. No me expongo nunca a situaciones que me hagan sentir incómoda o donde traspase lo que creo. Además, tengo una cara normal, que hace que me reconozcan poco y que vaya piola por la vida.

"A veces siento que he perdido el tiempo"

En 2009, Elisa montó "Pérez" , con Luis Gnecco, Antonia Santa María y Natalia Grez. La historia -la relación de un padre ausente, con novia más joven, y su hija dañada- se llevó a la pantalla grande el año pasado. Hoy está en el Latin Festival de Chicago.

La obra la catapultó como gran promesa de la dramaturgia chilena. Así, siguió cosechando éxitos (siempre con su colega Santa María) con "Gladys" (2011). El título remite a una paciente con síndrome de Asperger (Catalina Saavedra), cuyos hermanos la marginaron del árbol genealógico. Más adelante, Zulueta exploró otra problemática en "Mia" (2012), donde una mujer, desesperada por encontrar un riñón para su pareja, piensa incluso en el tráfico de órganos.

"Las historias nacen de una denuncia. Como somos un país desigual, triste, injusto, huacho, con derechos dispares, muy pobres y muy ricos, muy católico y escéptico, muy cartucho y muy miedoso, son miles los temas. La familia es el microuniverso que retrata una globalidad. Por eso usé a la familia en «Gladys» y en «Pérez». Hacer teatro sigue siendo la forma que tengo de denuncia, de investigación, de belleza y, en el mejor de los casos, generar preguntas, reflexión", sostiene.

"Escribí «Mia», porque mientras un amigo esperaba pacientemente un órgano para ser trasplantado, un político influyente de este país conseguía el suyo de manera rápida, sin lista de espera ni frustración. Nada nuevo en todo caso: Los que pueden, pueden; los que no, esperan y se mueren esperando. Eso me llevó a investigar la realidad de las diálisis, de los trasplantes y del tráfico ilegal. Habla de lo que eres capaz de hacer por amor a alguien, por amor propio, por aferrarte a la vida cuando no tienes ni plata ni poder. Algo que ocurre todos los días en este país".

-¿Cómo lidias con los prejuicios de trabajar en TV? ¿No afectarían a tu aplaudida carrera como dramaturga?
-Antes creía que uno tenía que ser sólo una cosa, con miedo a que se dijera algo de mí. Pero me liberé. A veces soy una actriz que escribe, o una actriz que dirige, o una actriz que hace clases, o una actriz cesante. No tengo una carrera como dramaturga, como tampoco en TV. Estoy haciendo lo que me gusta. No necesito definirme de una sola manera y eso me abre más posibilidades.

-¿Extrañas escribir para teatro? ¿Tienes suficientes ideas que, por tiempo, no puedes ejecutar?
-Siempre escribo, no he dejado de hacerlo. La TV nunca ha sido impedimento para que escriba, ensaye o dirija. Hago teatro cuando tengo algo importante que decir. Ahora estoy ensayando una obra donde soy actriz, con un texto de Rafael Gumucio, que es hermoso e importante. En mi casa, cuando siento las ganas, escribo.

-"Gladys" debutó en el Teatro Del Puente. ¿Cuál es tu opinión sobre el cierre de éste?
-El Teatro Del Puente es uno exclusivamente dedicado a las compañías emergentes. Quizás de los pocos espacios que no transa la curatoría en su repertorio en pos de fines comerciales. Sé de cerca lo importante que es para Freddy Araya y Francisco Ossa (directores) que el teatro mantenga su labor. No sólo de ser un espacio donde las nuevas generaciones estrenen, sino que además en su labor de formar públicos preparados. Pero la situación es bastante árida y solitaria. El teatro no podrá nunca regirse bajo las mismas leyes que el retail , y en Chile no hay un rol definido del Estado para con la educación, menos con la cultura. La única forma son los pocos fondos, y eso es un concurso del quién vive.

-Tienes 31 años. ¿Crees que a tu edad has hecho demasiadas cosas?
-Hoy ya siento que no he hecho tantas cosas. Cuando los actores mayores cuentan sus historias de cuando eran jóvenes, y lo hacían todo, a veces siento que he perdido el tiempo y que no he hecho nada. Lo que sí sé es que mis amigos, compañeros de Escuela, hacen tres veces lo que yo hago. Pero no se sabe, porque hay una deuda enorme de la prensa de cultura con las distintas áreas.